jueves, 6 de enero de 2011

Ideario II



2. Los Incondicionales tienen como ideal ser "el último de todos y el servidor de todos" (Mc.9,35), a imitación de Nuestro Señor Jesucristo, a quien quieren seguir más de cerca, sobre todo, en su condición de siervo, reconciliador y pacificador. Por él quiso el Padre reconciliar consigo todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra, pacificándolas por la Sangre de su Cruz. El es también la cabe¬za del Cuerpo, de la Iglesia, y ésta es en él como sacramento, signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano (cf.Col.1,19-20; LG 1). A esta Iglesia Santa, sacra¬mento universal de la salvación, se entregan incondicionalmente los que viven el espíritu de IPSE y se profesan adeptos a ella, a su doc¬trina, disciplina y autoridad, sin límite ni condición alguna.



3. Los Incondicionales se proponen, con la gracia de Dios: a) vivir entregados incondicionalmente al servicio de la Iglesia, donde ella diga y como ella quiera; b) cultivar y promover la incondicio¬nalidad como un carisma al servicio de la Iglesia; c) suscitar incon¬dicionales; d) trabajar incansablemente por la unidad, paz, concor¬dia, fidelidad, obediencia, solidaridad, servicialidad y disponibilidad en la Santa Iglesia y en la sociedad humana; e) reparar con la obla¬ción de sí mismos toda fractura en la comunión eclesial y fraterna y todo enfrentamiento.

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