miércoles, 27 de marzo de 2013

TESTIMONIO

 
Tenemos que confesar a Cristo a través de la palabra y de la vida. El primer medio de evangelización consiste en el testimonio de vida auténticamente cristiana. La vida es auténticamente cristiana cuando es una vida entregada a Dios en una comunión que nada debe interrumpir, y a la vez consagrada igualmente al prójimo con un celo sin límites: En comunión con Dios y en comunión con el prójimo.
 
Para que nuestro testimonio sea auténticamente cristiano, no es suficiente hacer algún que otro acto bueno, por generoso que sea, no es bastante con un gesto; el testimonio ha de ser constante, permanente, siempre, a lo largo de la vida, con todos, en todo.
 
"Vosotros sois mis testigos", dice el Señor. Dar testimonio de Cristo y de su Iglesia no es hacer proselitismo, sino cumplir el mandato del Señor.

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